Por: María Claudia Leguía
El mundo ha cambiado a pasos agigantados en las últimas décadas. Entre otras cosas, ha cambiado en la forma de hacer negocios, de hacer empresa y a su vez, la publicidad, la forma de llevar las finanzas, y por supuesto, la forma de comunicarnos con nuestro público. Es en esto en lo que se centran las relaciones públicas. Antes se creía que entre menos se supiera de una empresa, mejores eran los resultados. Sin embargo, ahora el hecho de no saber nada de una empresa no se toma ni siquiera como falta de comunicación sino como mala comunicación o "comunicación negativa".
Por lo tanto, ahora "el acercamiento a los públicos es fundamental. El profesional busca influir en la opinión pública mediante una comunicación atractiva y persuasiva. Mientras mayor sea el grado de entendimiento, habrá menos cabida para la desinformación, el desconocimiento o la malinterpretación de las intenciones organizacionales."
Un claro ejemplo de esto, es la preponderante desinformación que existía hasta hace un mes sobre el número de candidatos a la presidencia para las próximas elecciones, así como la ignorancia sobre la identidad de más de la mitad de estos. ¿Responsabilidad de los candidatos, de sus equipos de campaña, del JNE o de nosotros? Evidentemente la respuesta atañe al JNE y por supuesto a los candidatos junto con sus equipos. Si no nos resultan conocidos ¿como tener una imagen clara sobre ellos?
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