viernes, 15 de abril de 2011

EL ARTE DE LA GUERRA - Capítulo 2: Conduciendo las operaciones

Por: Yubitza Leyva

Enseñanza:

Sun Tzu comienza este capítulo escribiendo como es importante tomar en cuenta todos los costos que implica formar un ejército de 100,000 hombres, así como la rapidez que se debe tener en la lucha para alcanzar la victoria, puesto que mientras la campaña se prologue, los recursos del estado serán insuficientes, se irán agotando, y el enemigo aprovechará estas debilidades para tomar ventaja. Es por ello que, en el caso de que las provisiones llegaran a escasear, nuestros hombres deben abastecerse del enemigo, pues lo que se obtenga de ellos tiene un mayor valor: una medida de provisiones enemigas es equivalente a veinte de las propias.

Para el combate, los hombres deben ser estimulados y motivados por sus comandantes mediante la cólera; además, si uno quiere lograr una mayor intención y predisposición para vencer al enemigo, el ejército debe ser recompensado y premiado con la derrota, la conquista, y la captura del adversario, tratándolo bien y cuidándolo a manera de estrategia para luego utilizarlo y poder aumentar nuestra propia fuerza.

En las empresas esto quiere decir que, en primer lugar, las organizaciones deben tener en cuenta sus necesidades económicas antes llevar a cabo sus objetivos, es decir, los costos. Estos están en proporción directa al tiempo que demanden las actividades necesarias para dichos propósitos, ya que en caso de realizarlas rápida y eficientemente, se ahorraría una gran cantidad de recursos. Además,  el pago o la remuneración del trabajador por su esfuerzo debe ser bueno, para motivarlo a seguir trabajando lealmente hacia la compañía y a hacer lo que esté en sus manos para distinguirla de la competencia, a la cual se le debe tratar bien, con el propósito de que confíe en nosotros y así, poder manipularla.


Ejemplo:

Respecto a las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo hace una semana, la pérdida de simpatizantes de los partidos de Alejandro Toledo y Luis Castañeda puede ser un claro ejemplo de lo que no se debe hacer para ganar una guerra electoral.





Aún sabiendo que faltaban cuatro meses para las elecciones, ambos candidatos empezaron sus campañas a finales del año pasado, siendo los únicos (en ese entonces) que se adelantaron a los demás en cuanto a spots publicitarios se refiere, tanto en radio como en televisión. Su objetivo: “aprovechar” todo ese tiempo que tenían por delante para ir captando votos, de tal modo que en los últimos días de la contienda, ya tuvieran un significativo grupo de seguidores que les permita asegurarse con un pase a la segunda vuelta electoral. ¿Pero qué ocurrió? Estas estrategias funcionaron en un comienzo, pero a medida de que pasaba el tiempo, los otros candidatos: Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuckzinsky, y Keiko Fujimori; hicieron su aparición en los medios con una serie de mensajes concretos que terminaron por cambiar su opción de voto a muchos de los peruanos.
Los ataques no se hicieron esperar, y faltando menos de un mes y medio para las elecciones, Toledo y Castañeda fueron víctimas de una serie de acusaciones que ni sus spots las podían apañar. Aplicando la teoría de Sun Tzu hasta este punto de los hechos, el principal error de los líderes de Perú Posible y Solidaridad Nacional fue el hecho de empezar tan apresuradamente antes que el resto de los candidatos, ya que esto hacía que sus campañas duraran más tiempo que las otras: “cuando la batalla se prolonga, las armas y las provisiones se desgastan, los hombres se cansan y los demás estados se pueden aprovechar de la situación para derrotarnos”. En este caso, quienes se aprovecharon fueron PPK, Humala, y Fujimori, quienes no solo esperaron los últimos momentos para calentar la contienda mediante sus spots, sino también, por medio de sus discursos críticos y punzantes hacia sus contrincantes. Es decir, mientras los dos primeros perdían su tiempo alargando sus campañas y arriesgándolas, los otros tres lo aprovechaban para ir analizando las estrategias de sus contrincantes y así quitarles los primeros peldaños de la victoria. ¿Cómo exactamente? Pues Humala y Keiko, al motivar a sus simpatizantes a votar sin miedo y con convicción, lograron quitarle a Toledo (más que a Castañeda) gran parte de los electores de la sierra y de la selva; mientras que PPK logró lo mismo con ambos candidatos al atacarlos sorpresiva e inteligentemente cuando ellos ni se lo imaginaban. Quizá este libro les sirva de ayuda.







Fuentes de apoyo:
El arte de la guerra -  Sun Tzu
http://www.facebook.com/home.php#!/otorongo21
http://www.youtube.com/watch?v=D4i8jmHyTkM

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